MAMA, ME ABURRO!
Una generación que no soporta el aburrimiento será una generación de escaso valor.
Bertrand Russell (1872-1970) Filósofo, matemático y escritor británico..
El ambiente comercial y el alumbrado especial en las calles nos anuncia la llegada de la Navidad y esto implica “Vacaciones de Navidad”. En estos días, las familias con hijos se encuentran angustiadas porque no saben cómo van a entretener a sus pequeños y se afanan por ocupar con actividades de todo tipo los “huecos libres”. Escapadas a centros comerciales, ludotecas de manualidades, actividades deportivas, actividades culturales, películas y canales de dibujos animados 24h, videoconsolas, tablets o smartphones son recursos ampliamente utilizados para entretenerles. Hay padres que, por otro lado, se dedican a entretener a sus pequeños jugando con ellos todo el tiempo. Pero piense un momento: ¿usted nunca se aburría? ¿sus padres estaban continuamente ideando y buscando actividades para entretenerle?
El aburrimiento es un estado emocional que los niños deben aprender a gestionar, como aprenden a gestionar la ira o la tristeza, es por tanto, algo necesario para nuestros hijos. Si las familias se empeñan en evitarles experimentar aburrimiento, impiden un aprendizaje necesario que les será útil en etapas posteriores como la adolescencia. Cuando un niño o niña se aburre, experimenta un estado emocional desagradable, generalmente se puede comparar con la frustración, y el niño busca la manera de contrarrestarlo. Los padres deben compartir momentos de encuentro y juego con los hijos, pero éstos también deben aprender que el juego con ellos también se acaba y deben buscar la manera de entretenerse solos. Algo primordial para que el niño o la niña aburridos aprendan a gestionar este estado y le den una salida positiva, es que los padres a su vez, deben aprender a tolerar los momentos de aburrimiento. Deben aprender a tolerar la queja continua y a intervenir adecuadamente cuando el aburrimiento lleva a “portarse mal”.
Así que, en estas fechas tan señaladas, les animo a ser padres de sus hijos e hijas y no sus juguetes y/o sus agentes de eventos, permitan que sus hijos aprendan la diferencia entre aburrimiento y entretenimiento.
Felices fiestas.
Psicóloga Clínica colaboradora en DHPsicologia.
Colegiada AO04755
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