¿Cuántas veces has reído ante una situación que provoca tristeza?
En numerosas ocasiones no sabemos por qué ante una mala noticia nuestro organismo reacciona riendo en lugar de, como todo el mundo espera, llorando.
El otro día, sin ir más lejos, yo misma recibí una mala noticia y me sorprendió ver que mi reacción fue reír en lugar de llorar, no es la primera vez que esto me pasaba y me pregunté: “¿por qué?”
En primer lugar detengámonos en pensar ¿qué es la risa?
La risa es una reacción psico-fisiológica caracterizada por una expresión facial fácilmente reconocible (boca en una sonrisa cerrada o abierta, comisuras de los ojos arrugadas), unos movimientos corporales característicos (del abdomen, hombros, cabeza y en casos de risa intensa en todo el cuerpo) que en numerosas ocasiones externalizamos con un ruido al que llamamos “carcajada” y una serie de procesos neurofisiológicos concretos (cambios respiratorios y circulatorios, activación del sistema dopaminérgico y otros circuitos neuroquímicos). Numerosos estudios dicen que la risa ayuda a disminuir el dolor puesto que al reír se incrementan las endorfinas en nuestro organismo, las cuales contienen sustancias parecidas a la morfina, la cual atenúa la sensación de dolor.
Por esta razón, cuando terminamos de reír nuestro cuerpo queda relajado.
Por otro lado, ¿Qué es el llanto?
El detonante del llanto son alteraciones del ánimo de intensidad elevada, sobre todo negativas, como pensamientos dañinos, malas noticias, tristeza o rabia, aunque también puede aparecer ante emociones positivas, como una alegría muy intensa. Cuando lloramos se elimina una parte de adrenalina, noradrenalina y oxitocina, además de opiáceos endógenos.
Al igual que pasa en la risa, cuando terminamos de llorar nuestro cuerpo también queda totalmente relajado.
¿Qué pasa entonces?
La respuesta es sencilla, tanto la risa como el llanto, son emociones. Una emoción es un estado afectivo que experimentamos, una reacción subjetiva al ambiente que viene acompañada de cambios orgánicos de origen innato, influidos por la experiencia.
AL tratarse d emociones, están conectadas entre sí y como hemos visto anteriormente ambas tienen cosas en común, por eso, en algunas ocasiones nuestro cuerpo reacciona con risa ante una situación de dolor.
No es equivocada esta expresión de dolor, es solo que nuestro organismo está liberando ese malestar mediante una emoción que “de cara al público” no es la correcta.
María de los Ángeles Martínez Negrillo
Psicóloga Centro Desarrollo Humano Psicología
Master Práctica Psicología Clínica AEPCCC, Master PNL y Coaching Ejecutivo
Máster en Psicología Jurídico- Forense
¡Compartelo con tus amigos!










